Todavía con el corazón atrapado en una nube de emociones, tengo que expresarlo porque si no exploto: españoles, ha sido un honor celebrar con vosotros aquí este mundial!
No occurió así desde el principio. Sí, el primer día del mundial, me puse la camiseta de España porque sentía una conexión emotiva con el equipo español. Los jugadores eran jóvenes, humanos, llenos de entusiasmo y creía que el país se lo merecía de verdad. Ya era algo emotivo y muy personal para mi, pero no me imaginaba que acabaría tan involucrada con el mundial y la selección española.
Será el primer mundial que ganáis, pero parece que no habéis hecho otra cosa que prepararos para este, porque para mi ha sido perfecto, hermoso y, entre ayer y hoy, de los días más inolvidables de mi vida. No tanto el partido, sino estar con vosotros en la calle, con el calor, la simpatía y el gusto por la vida que demostráis en estas ocasiones. No hay como los españoles para montar una fiesta y para celebrar algo todos juntos en la calle! El partido ha sido una demostración de juego limpio y de contestar a cabronadas con el juego de verdad, con la clase de los campeones. En esta final, entre los dos equipos jugando, España era la que merecía la victoria, sin dudas.
Increíble! Han sido dos días, y cuesta mucho pensar que todo haya terminado. Está todo allí, la noche del partido, en Recoletos, con un calor que era para morirse, pero una alegría en el momento del gol impresionante, y el silbato final e Iker levantando la copa que muchos han esperado durante años.
Y hoy, el segundo día, el equipo de campeones del mundo, en un autobús descapotable, cruza la ciudad de un lado a otro, y los madrileños se echan a la calle para aclamarlos y para celebrar todos juntos! Y los jugadores, allí arriba, más contentos que unos niños en el día de los Reyes.
Tengo un montón de imágenes guardadas en mi corazón: la locura de la gente en Recoletos, el humo rojo entre los árboles, el gol y la gente abrazándose y Lara gritando, una cerveza fría con el panorama de la Cibeles que se llena de madrileños de rojo y de banderas, la puerta de Alcalá con la gente tumbada en el césped y todos en el metro, saltando y gritando como locos o toreando con el metro que llegaba a la estación de Retiro.
Y hoy, hoy sola, pero con el calor y el cariño de muchos desconocidos, bajo la lluvia de los bomberos de Puerta de Toledo mojándonos con la manguera y la gente bailando bajo esa lluvia y gritando con las banderas puestas como una capa de superhéroes. La copa, la roja, la victoria, el agua de esos bomberos locos de la Puerta de Toledo, todo nos ha convertido otra vez en niños y hemos olvidado cualquier cosa que no fuese disfrutar juntos, jugar, pitar y saltar. Mágica, mágica roja, y más que el alma, es su corazón, que late, fuerte, fuerte como las vuvucelas de los madrileños que resuenan de una puerta a otra de la ciudad.
Samara Croci
++ Tengo muchas fotos y videos y prometo ordenarlos. De momento solo colgaré estas fotos y los videos que he subido rápidamente a you tube.
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Elogio de la bellezza, Mora, El País retomando un artículo de la prensa italiana.
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